¿BRUTALISMO Ó
“FRANKENSTEISMO”?
El “Brutalismo” es un estilo Arquitectónico heredero del
Movimiento Moderno que revolucionó la disciplina arquitectónica en los años 30,
y debe su nombre al termino francés “béton brut” u “hormigón crudo” o lo que es
lo mismo “concreto a la vista”, teorizado por el padre del Movimiento Moderno,
el Arquitecto Suizo Charles Édouard Jeanneret Gris, más conocido como Le Corbusier, y más tarde es renombrado por el crítico de
arquitectura, el británico Reiner Banham como el “nuevo Brutalismo” en el año 1.955
en su libro “Arquitectura brutalista ¿Ética o Estética?
Éste estilo define todas aquellas obras basadas en una
radical sinceridad de sus estructuras, materiales e instalaciones técnicas,
buscando una contundente nueva imagen para la arquitectura. El Brutalismo
constituiría una radicalización de los planteamientos tecnológicos y anti
decorativos del movimiento moderno, fruto de ellos son sus incontables ejemplos
de construcción edificados en el mundo y que hoy aún perduran ante la barbarie
del tiempo. (Sic)
La Biblioteca Geisel en
San Diego California, La Basílica de Higüey en República Domicana y el conjunto
habitacional Hábitat 67 en Toronto Canadá, son ejemplos máximos del Movimiento
Moderno conocido como Brutalismo.
El “Frankensteismo”, es el resultado de la articulación de
las formas desmembradas de varios cuerpos humanos en la construcción de uno
solo, una sumatoria de partes sin contextos vinculantes e incoherentes, retales
humanos en descomposición juntados y tejidos. Fundamentado en la narrativa
sorprendente de la novela “Frankenstein o el moderno Prometeo” de la escritora
y filósofa Británica, Mary Wollstonecraft Godwin, algo parecido en menor grado,
guardando las proporciones, al eclecticismo en la arquitectura Imperial Romana,
que tomó su significado arrebatando a los Griegos a sangre y lanza en su
conquista de las ciudades, sus Ordenes Jónico, Dórico y corintio, como lenguaje
arquitectural de sus obras monumentales que hoy perduran en el tiempo. Que no
nos dice nada de ellos como sociedad creativa imperial, pero si nos dice mucho
de los Democráticos e innovadores ciudadanos Griegos herederos del gran Pericles,
en sus formas contextualizantes, que hacen acopio a su filosofía de vida
codificada en su hábitat de
interrelación social civilizada. Entenderemos entonces el “Frankensteismo” en
arquitectura e ingeniería como lo deforme y lo incontextual del “Brutalismo”
como estilo.
El “Frankensteismo” y su
imagen monstruosa expresa lo no natural, lo improvisado, lo mutilado, lo tejido, el
fuera de contexto, de los proyectos de diseño en arquitectura e ingeniería.
Lo anterior para entender un hecho significativo que
supuestamente mejoraría la movilidad urbana, el espacio público, la imagen y la
transparencia de la ciudad, en el punto
más neurálgico de tensión vehicular y peatonal que presentaba la
territorialidad.
Hoy en Soledad, se construyó por parte del Gobierno Nacional
a través de Invías una obra civil con características que apuntan más hacia el
“Frankensteismo” que al “Brutalismo”, localizada en la intercepción vial de la
calle 30 con carrera 30 entradas a los Barrios Hipódromo y la Arboleda, totalmente
irregular, de carácter monumental, simplista, aplastante y monstruosa,
separando aún más el encuentro para el dialogo, cercenando la comunicación
visual, y alimentando más el imperio vehicular de lo particular en detrimento
de la generalidad para fortalecer lo peatonal. Cortando de tajo, toda intención
de entenderse con el entorno mediato e inmediato del lugar, presentando una
conexión rota, así suene paradójico, en sus extremos, que fortalece más la
segmentación de la ciudad que su cohesión urbana. Lo que pudo haber sido una
oportunidad para la solución a una
debilidad territorial, se nos convirtió de plano en una amenaza que fortalece
aún más la fragmentación lacerante de la ciudad. Seguimos fieles a la
indiferencia por la urbe citadina, no aprendemos de nuestros vecinos más
próximos en el plano nacional e internacional en sus propuestas para mejorar la
trama urbana y su tejido social. Bogotá construyó su eje ambiental - peatonal
de la avenida Jiménez de Quezada para controlar la emisión de gas carbónico y
aumentar su espacio público. Medellín, Montería y Madrid en España, proyectan
la recuperación de sus fuentes hídricas como condición sine qua non en defensa
de la vida y la Naturaleza. Cali y Lima en Perú, inauguran proyectos viales
donde predomina el espacio público a costas del soterramiento de sus vías, para
dar solución a su conflictividad de movilidad, aumentando así sus espacios
sociales de encuentro y desencuentro. Por último, New york en América del Norte,
Japón con Singapur en Asia y Francia e Inglaterra en Europa, destruyeron lo que
ayer fue su connotada y afamada araña
vial como paradigma de conectividad y segregación de la ciudad, en beneficio de
la compactibilidad urbana y el Medio ambiente.
Soterramiento de vía, Avenida
Colombia en Cali. Propuesta de
soterramiento de vía por debajo de un cuerpo de agua en Holanda. Espacio
recreativo de la Ronda del Sinú en Montería, etc.
Con este proyecto de carácter civil que se construyó en el
ventrículo norte del corazón de la ciudad, perdimos la oportunidad de realizar
la mayor cirugía urbana de reanimación posible que se podía proyectar a la
unión de los cortantes territoriales, entiéndase arterias viales, identificados
en la Calle 18, Calle 30 y la Calle 63, que a través de un concurso de diseño
público internacional en post de la democratización de la ciudad, nos surtirían
de las diversas propuestas para entender el problema planteado más la mejor
solución adecuada, y de paso aumentar así con toda seguridad, el estándar mundial de espacio público por
habitante que exige la Organización Mundial de la Salud, proponiendo en los
pliegos de condiciones de la oferta pública ofrecida, tres parque lineales ambientales
cargados de mucha actividad social, cultural y económica para sus componentes
circundantes como lo son las Instituciones Educativas de enseñanza media
instaladas en el lugar, los Centros Comerciales de última generación dispuestos
en el entorno, las instituciones de salud presentes y programadas en legado
Muvdi, más las áreas recreativas espaciosas existentes y de mucho valor,
abandonadas sin ningún escrúpulo y recato por los entes administrativo de poder
y decisión.
Desafortunadamente la realidad presente del proyecto
construido es otra cosa, Sólo nos dejó
unos costos económicos altísimos en su construcción, que supero lo inimaginable
para terminarlo, no mejoró en nada situaciones que nos vienen aquejando désde
hace mucho tiempo atrás, volviéndose estas “novedades” más cancerosas que
vitales, que aún se mantienen y subsisten en las cifras que nos presentan los
accidentes de tránsito vehicular, las muerte en niños, jóvenes y ancianos
producto de la irresponsabilidad en la conducción vehicular y el irrespeto a
las señales de tránsito, los continuos troncones en su rotonda y estructura
civil que mantienen la inmovilidad de desplazamientos en general en horas pico,
zonas verdes y peatonales incomunicadas, inseguridad ciudadana, expendio y
consumo de alucinógenos, ocupación indebida del espacio público, contaminación
visual etc.
Es oprobioso decirlo pero es así, hasta la centralidad
gubernamental atenta en forma criminal contra los intereses urbanos de la
ciudad, cuando realiza este tipo de obra sin ningún tipo de control gobernativo
y ciudadano, sólo nos queda sumar más lamentos y cólera a las decepciones
propuestas en los diversos planes de desarrollo Municipal, fracasando
estrepitosamente en la búsqueda de la sostenibilidad urbana y ambiental de la
ciudad, que es insostenible para nosotros, y la equidad urbana, que ha sido
desigual para sus ciudadanos. Mientras el pueblo sionista Israelí se fortalece
en cuerpo y alma orando para su Dios en el templo de Salomón, conocido hoy como
el muro de los lamentos construido en el siglo X antes de Cristo, a nosotros
nos tocará ir a estas cuatro réplicas de muro “Santo” construido en Soledad
veintiún siglo después de Cristo, a
quejarnos y avergonzarnos como plañideras y sinvergüenzas de todo lo que tenemos
y acontece en la ciudad, ya que la justicia terrenal existente es genuflexa, laxa y alcahueta, de lo monstruoso que hemos
heredado como ciudad…
Nada tenemos que
envidiarle al pueblo Israelí, ellos se lamentan, piden y oran desde hace más de 20 siglos por todas las
dificultades humanas que les ha tocado transitar. Nosotros a penas comenzamos a
andar el camino tortuoso de la vida, no con un muro sino con cuatro…
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