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sábado, 8 de diciembre de 2012

"ARMILLA Y TEODORA"



“…Sí, la ciudad está enferma y, lo que es peor, trata de acostumbrarse a sus llagas” (Ítalo Calvino)

“ARMILLA Y TEODORA”

Las Soledades imaginarias de Ítalo  Calvino.

…Si “Armilla” es así por incompleta o por haber sido demolida, si hay detrás un hechizo o sólo un capricho, lo ignoro. El hecho es que no tiene paredes, ni techos, ni pavimentos: no tiene nada que la haga parecer una ciudad, excepto las cañerías del agua, que suben verticales donde deberían estar las casas y se ramifican donde deberían estar los pisos: una selva de caños que terminan en grifos, duchas, sifones, rebosaderos. Contra el cielo blanquea algún lavabo o bañera u otro artefacto, como frutos tardíos que han quedado colgados de las ramas. Se diría que los fontaneros han terminado su trabajo y se han ido antes de que llegaran los albañiles; o bien que sus instalaciones indestructibles han resistido a una catástrofe, terremoto o corrosión de termitas… (Sic) Así nos relata el cubano - Italiano, Ítalo Giovanni Calvino Mameli, en su libro las Ciudades Invisibles lo más parecido con nuestra Ciudad Soledad, descripción de ruina total, expresada en el dialogo imaginario entre el Veneciano Marco Polo, y el Emperador tártaro Kublai Kan, sobre una de las diversas ciudades visitadas en su periplo de navegante y embajador… ¿Será que Marco Polo predijo nuestra realidad como ciudad, en ese pasado de violencia y poder conquistador de la época?... No hay dudas, el texto de la ciudad imaginaria descrita, es el fiel reflejo de nuestro real contexto urbano hoy, que hace de la ciudad de Soledad, un eterno pendiente sistemático de nunca acabar para su diseño y construcción equilibrada, flotando en un mar violento sin rumbo fijo, tanto su espacio caótico citadino, como los argumentos de mucho peso normativo para mejorarla, peso normativo que se sustenta en los principios fundamentales de la Ley de reforma urbana y todas sus reglamentaciones vinculantes.
En Soledad al igual que el resto del País, el mecanismo de participación en la elección popular de Alcaldes no ha sido fructífero en todo el sentido de la palabra, éste mecanismo nos ha entregados diez burgomaestres hasta la fecha, que no han sido benévolo con las fortalezas del territorio, todas las acciones de gobierno ejecutadas e impuestas  desde el primer Alcalde elegido al último que tenemos han dejado asperezas incalculables en la piel de la ciudad, acciones éstas que tomaron formas muy parecidas a las lijas de esmeril para desbastar y matar lo fecundo de la ciudad, borrando de mano el norte direccional planteado inicialmente en el plan regulador y más tarde contemplado en una nueva visión en el POT, realidad ésta que nos ha opacado todo un armónico horizonte de deseos y sueños de tres generaciones que crecen a pesar de la adversidad en busca de su felicidad, hoy éstas generaciones son materia de abono para el renacimiento de la ciudad, que aún necesita de calor para lograr fortalecer todas sus energías transformadoras y solidarias.

No podemos seguir pensando erróneamente que el pueblo Soledense en su gran mayoría, acompañado de sus decisiones electorales desacertadas, son quienes han destruido la ciudad hasta sumirla en catalepsia, es el pillaje compartido entre los títeres y los titiriteros del poder político, protegidos por sus liliputienses clientelas electorales que los entronizan, sin ningún recato ético en este juego perverso de la seudo Democracia aposentada en nuestra ciudad, recibiendo ellos en compensación las esquirlas alimentarias mal habidas, caídas de la mesa escarlata donde se realizan las bacanales de la negociación y el reparto.

La Soledad real de hoy es igual a la Armilla imaginaria descrita por Marco Polo, con toda seguridad nos parecemos en sus aspectos de deterioro urbano y ambiental,  pero somos muy diferentes de seguro en su parte social y cultural, porque en eso somos únicos y paradigmáticos, muestra de ello son sus hijos Soledenses connotados, que nos han legado las diversas expresiones culturales que nos identifican en el ámbito global.

Las generaciones presentes que viven y transitan el total colapso de la ciudad, deben pensar, diseñar y trabajar con urgencia inmediata, en un modelo de hábitat muy parecido al que construyó con la contundencia abnegada de sus ciudadanos, la ciudad de “Teodora”, la otra urbe imaginaria descrita por el insigne embajador Marco Polo, que sería adecuado imitar en todo su contexto de lucha y cambio. Conozcamos su génesis narrada en el libro ciudades invisibles para su mayor comprensión: …“Invasiones recurrentes afligieron la ciudad de Teodora en los siglos de su historia; por cada enemigo derrotado otro cobraba fuerzas y amenazaba la supervivencia de los habitantes. Liberado el cielo de cóndores hubo que enfrentar el crecimiento de las serpientes; el exterminio de las arañas permitió multiplicarse y negrear las moscas; la victoria sobre las termitas entregó la ciudad al poder de la carcoma. Una por una las especies inconciliables con la ciudad tuvieron que sucumbir y se extinguieron. A fuerza de destrozar escamas y caparazones, de arrancar élitros y plumas, los hombres dieron a “Teodora” la exclusiva imagen de ciudad humana que todavía la distingue.
      
Pero antes, durante largos años, no se supo si la victoria final no sería de la última especie que quedara para disputar a los hombres la posesión de la ciudad: los ratones. De cada generación de roedores que los hombres conseguían exterminar, los pocos sobrevivientes daban a luz una progenie más aguerrida, invulnerable a las trampas y refractaria a todo veneno. Al cabo de pocas semanas, los subterráneos de Teodora volvían a poblarse de hordas de ratas prolíficas. Finalmente, en una postrer hecatombe, el ingenio mortífero y versátil de los hombres logró la victoria sobre las desbordantes actitudes vitales de los enemigos. La ciudad, gran cementerio del reino animal volvió a cerrarse aséptica sobre las últimas carroñas enterradas con las últimas pulgas y los últimos microbios. El hombre había restablecido finalmente el orden del mundo perturbado por él mismo: no existía ninguna otra especie viviente que volviera a ponerlo en peligro. En recuerdo de lo que había sido la fauna, la biblioteca de Teodora custodiaría en sus anaqueles los tomos de Buffon y de Linneo” (Sic)…
    
Sí la ciudad de “Teodora” y sus habitantes “lograron humanizar subjetivamente” la convivencia urbana en el pasado feliz de su existencia, y desterrar todo lo corrosivo a punta de ingenio ciudadano, debería éste firme proceder, ser para nosotros con mucha más razón, un imperativo categórico, para todo nuestro accionar aguerrido en la recuperación de la ciudad como espacio público estructurante y depositario de toda nuestra memoria colectiva…

¿Por qué no convertir a Soledad en la “Teodora” valiente y humanizante descrita por Marco Polo en su dialogo con el emperador tártaro Kublai Kan?...sin quererlo, aparentemente nos  obligaron, todo éste tiempo, a parecernos a la ciudad de “Armilla” y lo lograron rotundamente, ahora con proponérnoslo voluntariamente, con un ahínco ilimitado, seguro seremos  igual o mejor que la ciudad de “Teodora”…Manos a la obra, es una tarea de todos, no dilatemos el inicio, comencemos ¡ya! Que para hoy es tarde…

Post scriptum:
A todos mis asiduos y amables lectores les deseo con mucho entusiasmo, un maravilloso 2.013 pletórico de paz, felicidad así como de éxitos en ésta lucha continúa por la supervivencia, y la búsqueda sin cuartel de una ciudad más amable y verdaderamente Democrática. 

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