“ RENOVACIÓN URBANA… Ó ENTUERTOS”
La
Unión temporal Plazas y Parques (P y P) tienen como función contractual específica,
el diseño, la construcción y el mantenimiento de todos los sitios públicos
emblemáticos, como también la construcción de los centros de integración
comunitaria de los diferentes Municipios que conforman el Departamento del
Atlántico, así lo estipula el objeto de
la licitación pública JSPSC LP
No.007-2010, con un plazo de ejecución de seis años. Su
escogencia como ente encargado de construirlos, recuperarlos y administrarlos en la licitación llevada a
cabo, se sustenta en el 3% más IVA, que se le restará al recaudo total de la
tasa de servicios públicos y seguridad ciudadana, cuyo valor estipulado en el
contrato a pagar asciende inicialmente a $24.949.372.708 millones de pesos que
serán cancelados a la Unión Temporal conforme a las autorizaciones dadas por la
honorable Asamblea Departamental, incluyendo los $600.000.000 millones de pesos
considerados por la gobernación, correspondiente al cálculo estimado al primer
año del contrato firmado, para recuperar los lugares públicos del Departamento,
hoy abandonados e invadidos en el menor de los casos por los desplazados de la
violencia y el crimen.
El
inicio de la intervención constructiva de la Unión Temporal P y P no ha sido la
más “afortunada” en algunos Municipios del departamento, caso específico,
Barranquilla con la Plaza de la Paz, y Soledad con la Plaza de Armas, sus
diseños al igual que la forma técnica de construirlos le han traído múltiples
contratiempos a la unión temporal con la ciudadanía en general, que sienten que
la propuesta de diseño e intención de recuperación no colma sus expectativas de
goce, consumo y apropiación.
Las
escenas de protestas expresadas por la sociedad civil, en plantones y pancartas
de todo tipo con expresivos reclamos en ambas Ciudades, por los trabajos
realizados en el diseño y la construcción de las obras, antes que recibir
beneficios, violentan los conceptos históricos intangibles guardados en la
memoria oral de sus raizales, de igual forma las normas vigentes para la
discapacidad, el estándar mundial del espacio público para cada ciudadano, así como,
uno de los tres principios fundamentales contenidos en la Ley 388 de 1997 que
hace referencia a la predominancia del bien general sobre el particular, suscitan
inquietudes de inconformismo, que han generado enfrentamientos conceptuales
interminables e inocuos, de los gremios profesionales de la Arquitectura e
Ingeniería, del comercio y ciudadanos en general en ambas ciudades, que por no
tener elaborados los diferentes Planes Parciales recomendados en sus
respectivos POT, han permitido el acceso de los “entuertos” generadores de
conflicto, a realizarse en el Departamento sin el más mínimo de recato ético
por parte del representante del gobierno nacional, en las políticas públicas
diseñadas para la sub región.
Nuestro
Plan de Ordenamiento Territorial identifica cinco Planes Parciales, que de
acuerdo al Decreto ley 2181 de 2006, los define como : “el instrumento
mediante el cual se desarrollan y complementan las disposiciones de los planes de
ordenamiento territorial, para áreas determinadas del suelo urbano y para las
áreas incluidas en el suelo de expansión urbana, además de las que deban
desarrollarse mediante unidades de actuación urbanística, macro proyectos u
otras operaciones urbanas especiales, de acuerdo con las autorizaciones
emanadas de las normas urbanísticas generales, en los términos previstos en la
Ley 388 de 1997. Mediante el plan parcial se establece el aprovechamiento de
los espacios privados, con la asignación de sus usos específicos, intensidades
de uso y edificabilidad, así como las obligaciones de cesión y construcción y
dotación de equipamientos, espacios y servicios públicos, que permitirán la
ejecución asociada de los proyectos específicos de urbanización y construcción
de los terrenos incluidos en su ámbito de planificación”.
Es así como el capítulo II del contenido estructural del POT
de Soledad, considera los siguientes Planes Parciales a desarrollar, para la
recuperación urbana del ente Municipal y convertirnos en una localidad más
competitiva y sostenible si hacemos énfasis en la utilización optima del suelo
urbano principalmente en: la zona del mercado público de la ciudad, el
desarrollo urbano diversificado de la ribera del rio Magdalena con predominio
de usos portuarios e industriales, la Renovación urbana y redesarrollo del
sector central de la ciudad, la protección y reserva ecológica de la ciénaga de Mesolandia, más el mejoramiento integral de
las zonas del suroeste, villa soledad y sus alrededores. Me pregunto: ¿Cuál de
estos planes parciales señalados anteriormente, han sido elaborados por las
administraciones de turno desde el año 2.002 cuando se aprobó el POT?
Esta desidia gubernamental en la elaboración y gestión de los
planes parciales, nos demuestra el poco
interés por la ciudad y su desarrollo urbano, rural y ambiental, en normas
locales especiales, que regulen el ordenamiento territorial de la ciudad a
través de actuaciones urbanísticas como las señaladas anteriormente, lo que es
caldo de cultivo y consumo, para los agentes depredadores externos más próximo
como la Gobernación del Atlántico, El área Metropolitana de Barranquilla, y la
Corporación Regional del Atlántico, quienes asumen supuestamente la
“responsabilidad” social, que les compete a las autoridades locales, asumiendo
estos entes de supuesto acompañamiento, actitudes penosamente avestruces, ante
la “ausencia” de un norte no implementado en el POT de nuestra ciudad,
direccionando así la brújula de nuestro desarrollo hacia un sur de componendas
en forma descarada y perversa, que limitan nuestro crecimiento y sostenibilidad
como unidad territorial, norte que no ha sido implementado como debe ser, y nos
desconfigura un sueño “compartido” y suelto de madre, reglamentado por la corporación edilicia de
la Ciudad sin ningún tipo de control político, permitiendo a los especuladores
del mal producto, imponer su “voluntad de poder “ muy sospechosamente en tierras,
aparentemente de “sordos y ciegos”.
Ante los innumerables problemas de tipo social, económico, cultural,
ambiental y urbano, la ciudad requiere un inicio de recuperación a como dé
lugar, y que mejor opción de solución, a uno de sus diversos problemas, que
intervenir mediante una cirugía urbana de alta complejidad, el corazón enfermo
de la ciudad, a través de un plan de Renovación Urbana, contemplado en el
imaginario colectivo de nuestro POT, sumido en
catalepsia profunda, próxima a cumplir 12 años sin ningún tratamiento de
acupuntura urbana, cuyo tratamiento de iniciarse en forma inmediata y
concienzudamente, con toda seguridad mejoraría implacablemente y con mucho
argumento, conflictos de movilidad, densidades residenciales, soterramiento de infraestructura
de servicios públicos, espacios públicos, zonas verdes, salubridad, educación,
zonas de alto riego, zonas de comercio de uso principal y complementarios,
recuperación total del zócalo del Centro Histórico, dinámica urbana, alturas
edificables, planes especiales de manejo y protección de edificaciones con
valor históricos, empleo, convivencia, etc.
No podemos permitir, los actores de la ciudad en su conjunto,
seguir siendo el objeto codiciado de los destructores de ciudad y sus entuertos
personales, llevamos prácticamente dos años en la restauración del Museo
Bolivariano, más de un año en la recuperación de la Plaza de armas de Soledad,
hechos constructivos significativos que denotan la total falta de seriedad para
asumirlos correctamente, ante la ausencia de contenidos expresado en líneas
gruesas que orienten a los planes parciales propuestos, que tanto le hacen
falta a nuestra ciudad. Ojala y los próximos “entuertos” por recuperar en la ciudad como la Mansión Domínguez, y la
Iglesia San Antonio de Padua, Monumento Nacional, no estén en la mira de los
depredadores seductores, que todo lo vuelven conflicto y violencia. Peter Marshall
auguro esta realidad de apuño presente en nuestra ciudad, cuando afirmó lapidariamente:
“una
ciudad diferente, no puede ser construida por personas indiferentes”…
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