Vistas de página en total

martes, 29 de noviembre de 2011

EL POT DE SOLEDAD UNA UTOPÍA PETRIFICADA.


El libertario de Derecha Murray N Rothbard, en For a New Liberty, visualizó el utopismo como una peligrosa tendencia colectivista: ¨El verdadero Utopista es aquel que defiende un sistema que es contrario a la ley natural de los seres humanos¨.

¿Será que nuestro Plan de ordenamiento Territorial de tendencia organizacional supuestamente colectiva es un documento-decreto que es contrario a nuestras necesidades básicas insatisfechas en lo social, lo económico, de infraestructura, ambiental y urbano?

¿Quizás es ésta la razón para que nuestro norte diseñado para tres periodos administrativos (2000 – 2009) fuese ignorado por los burgomaestres de turno por ser un documento altamente peligroso e ir en contra de nuestra naturaleza como ciudadanos?

¿No entendemos como un documento decreto asistido y direccionado desde arriba, con la mejor de las ¨intenciones¨, al postular una sociedad ideal desde la perspectiva impositiva del concepto individualista, en sus componentes de estructuración urbana–rural, configurando Planes Parciales, Renovaciones Urbanas y unidades de Actuación Urbanística tales como: Plan integral de control y protección de zonas de alto riesgo, El Espacio Público como función articulante y estructural de ciudad, control del proceso de expansión física de la ciudad hacia el suroeste; incremento de las densidades habitacionales en todos los sectores residenciales de la ciudad; las previsiones de ocupación del suelo Municipal para el corto y mediano plazo; el mejoramiento urbanístico integral; el cubrimiento progresivo hacia el año 2009 de las áreas territoriales del perímetro urbano; la definición de aspectos relacionados con el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos del Municipio, indispensables para reducir los niveles de contaminación de los cuerpos de aguas existentes alrededor de la ciudad; se convierta en un ¨objetivo casi militar¨ que había que enfrentar y aniquilar en todas sus formas, por lo ¨ambicioso¨ de su contenido para direccionar el desarrollo del territorio, a pesar de haber sido fecundado por el vientre administrativo de momento y las comunidades cómplices del anti desarrollo?

Todos los comportamientos enfermizos y mezquinos de los actores políticos de turno en su gobierno con relación al POT, nos conducen afirmar que nuestro norte visionado es un documento ¨subversivo¨ altamente nocivo y perjudicial, que había que bloquear, crucificar y mandar al estercolero, para asegurar, que aquellos que fue diseñado con engaños, atropellos, connivencia e incumpliendo normas establecidas en la Ley no saliera y permaneciera indefinidamente en su estado fetal, ahogando todas intenciones de transformación de carácter urbano-social como rutas para restaurar una realidad que nos muestra una Ciudad violenta, excluyente, dispersa, mercantilista, asistencialista y caótica. Gran parte de la utopía configurada en el documento rector de nuestro Norte para el siglo XXI, muestra una preocupación activa por una comunidad más justa y bella, que va más allá de la mera contemplación, y lo que es aún más crucial, muchos de sus contenidos proceden de herejes y otros disidentes que frecuentemente, y sin duda obligado a ello, proyectaron ordenes sociales alternativos como el proyecto semilla importantísimo y de mucho valor urbano formulado y frenado a la vez, el cual es en términos a temporales, recuperar y oxigenar la Renovación Urbana del Centro Histórico de la ciudad, iniciativa que aliviaría parcialmente los estertores de la muerte, presentes en el corazón enfermo de nuestra urbe, que fue burdamente cercenado por la sin razón sin escrúpulos de un advenedizo dirigente político encargado en su momento para dirigir los destinos de la Municipalidad, al mover lo único atractivo para su consumo y visita: la Institucionalidad Administrativa, autorizando su traslado a un mercado de descargue y venta de víveres y abarrotes violentando de hecho la centralidad de la plaza y su historia para destrozarnos como ciudad y como sociedad.

Seguimos sin entender como un documento inofensivo y abandonado a su suerte, toma connotaciones ¨subversivas y violentas¨ para ser tan odiado y vilipendiado por sus generadores y carceleros (entiéndase antipatía y desidia gubernamental para transformar el escenario urbano) su no aplicabilidad en nuestro entorno es un fiel reflejo del temor que sintieron Dirigentes apoltronados en la conducción del poder y la permisividad alcahueta de una dirigencia cívica y gremial en el compromiso por mejorar el tejido urbano y social de nuestra ciudad, huyéndole quizás al rompimiento total de la ignorancia manejable en el individuo, con el conocimiento esperanzador que produce una aureola favorable de verdades construidas en su hábitat, que hace del individuo un ser autónomo en su manera de decidir lo conveniente para su entorno, una vez hayan sido respetados y aplicados sus derechos contenidos en la Leyes emanadas del Congreso de la República.

Nuestro norte hoy, es una ruta que se volvió obsoleta por las nuevas realidades de nuestra ciudad, el País y del mundo en sus nuevas relaciones de producción económica, social, tecnológica, ambiental y política, comprometida con tratados y convenios firmados, que buscan erradicar la pobreza extrema y el hambre, universalizar la educación, procurar la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, erradicar enfermedades incurables como VHI, procurar la sostenibilidad del medio ambiente y el fomento de una asociación mundial entre las ciudades, objetivo estos, que pasan desapercibidos en nuestro
territorio.

Sinceramente me cuesta creer, que nuestro documento rector conocido como el POT, tenga esa peligrosa tendencia colectiva de la que habla el libertario de derecha señalado anteriormente, si se concibe el memorial como la ¨ utopía diseñada por todos los ciudadanos residentes¨ en el territorio que nos ocupa , he buscado por todas las formas encontrar razones que me conduzcan a determinar porque tanto empeño en desconocerlo y eliminarlo si es el resultado de un trance aparentemente ¨colectivo¨ generados en el comportamiento nada ético de la gobernabilidad que permitió su nacimiento, siendo irresponsable con la propuestas proyectadas en el tiempo, como solución a todas nuestras Problemáticas y que en nada cambio nuestro desorden urbano, convirtiendo el caos en el ente rector de direccionamiento, en una Ciudad que se resiste a colapsar ante la adversidad de sus propios congéneres; su contenido estructural fue enormemente ignorado al asumirlo como el faro indicador de una utopía que pudo en el fondo resolver algunos de nuestros incontables problemas urbanos, ambientales, sociales y económicos, pero que de nada sirvió en el cumplimiento de sus proyectos, programas y metas diseñadas en el corto, mediano y largo plazo, hoy se resiste a morir por la indiferencia a que ha sido sometido, pero también nos resistimos a evaluarlos para entendernos y proponer una nueva utopía que nos conduzca ahora sí, a los anhelos que siempre nos han acariciado y que no hemos podido fecundar por miedos a reconocernos como verdaderos ciudadanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario